La observación ha sido la piedra angular del conocimiento. Incluso durante el desarrollo de la persona desde que el niño tiene uso de la vista, inicia su relación y su conocimiento del mundo a través de la observación. Un recuento de la observación formal nos trae, entre las primeras, las observaciones botánicas de Aristóteles en la isla de Lesbos, así como las crónicas derivadas de la observación de Herodoto sobre las guerras greco-persas. Augusto Comte, el fundador de la sociología, señalaba que la observación era uno de los cuatro métodos medulares de investigación sociológica.
La diferencia entre la observación cotidiana y la que tiene fines científicos radica en que esta última es sistemática y propositiva.
¿Qué tipos de observador existen?
Observador completo: Esta función se da en casos en que los participantes no ven ni notan al observador. En la época actual, esto resulta factible por grabaciones de video o audio y por fotografías.
Observador como participante: Se refiere al investigador que cumple la función de observador durante periodos cortos, pues generalmente a esto le siguen las observaciones de entrevistas estructuradas.
Este tipo de observación también se aleja de la naturalista.
Participante como observador: Este papel resulta mucho más naturalista y consiste en que el investigador se vincule más con la situación que observa; incluso, puede adquirir responsabilidades en las actividades del grupo que observa. Sin embargo, no se convierte completamente en un miembro del grupo ni comparte la totalidad de los valores ni de las metas del grupo.
Participante completo. Este papel de investigación implica que el investigador es ya un miembro del grupo a estudiar o en el curso de la investigación se vuelve un miembro con plenos derechos.
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